Hacía mucho mucho tiempo que no me colgaba del arnés tanto material. Había pasado mucho tiempo desde que me subí por última vez a una pared de más de 25 metros, pero esa sensación que sólo se puede apreciar en lo más recóndito de un valle o una montaña, seguían estando ahí, ocultos, sólo hacía falta darle un empujoncito para que volvieran a aflorar.
Porque si la escalada se caracteriza por algo, es por lo rápido que va y viene la motivación. Esto lo he aprendido con el tiempo, y con los buenos amigos. Este fin de semana he vuelto a sentir el miedo, el respeto, la libertad, la sensación de estar colgado y depender únicamente de uno mismo y de tu compañero de cordada. He vuelto a alucinar con las altas paredes, la sensación de retomar una aventura ha vuelto a nacer, creo que he vuelto a pillar la motivación y la renovación de mis sueños alpinos tiene las pilas cargadas. Creo que he vuelto al lado oscuro... que tiemblen mis ferranchos...
Atardecer en Vegahuerta
Alfonso preparando el material para la vía: Rescate Emocional (Cara S de la Peña Santa ED inf 6c (6a+ ob) 650 metros)
Uno de los mejores largos de la vía. Seguros precarios, placa de agujeros. A disfrutar
Alfonso saliendo del anfiteatro.
Alfonso en el largo 13º, reunión colgada, pies doloridos.
Cumbre, quedaba la bajada. Después de una vía que me costó menos gracias a mi compañero.
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